No se lo merecen pero ha llegado el dia en que Dios empezará a tratarles con amor - y mayor dejadez-.
Lo estoy pensando, lo estoy viendo...




Me apena entretenerles, tampoco le veo sentido regalarles nada. De niño un profesor de arte ( y no eras tú, Ángela, no flipes tanto) me adulaba constantemente con que era un persona inteligente y servicial: "eres especialmente generoso con tus conocimientos, Don Andrés", me decía. No lo entendía entonces, ¿ acaso el saber no era un bien de todos? ... bueno para mí, bueno para tí... bueno para todos. Con el conocimiento no se puede comerciar... eso es como ganar dinero a costa de acercar la gente a Dios - conozco y reconozco pocos pecados, pero esto supongo que tiene que ser de lo peorcito.
Pues eso, que os las pongan con tomate y no esté agrio carajo.
A Dios.
Pd.- http://www.youtube.com/watch#!v=FQzUpZfyCvU